Dicen por ahí que las cosas que bien están, bien acaban. Y que no hay sueño que se cumpla sin un final que lo haga real.
Algo así debe estar ocurriendo en este momento porque hoy 2 de noviembre de 2020 lo recordaré como el último día de trabajo con Apple de forma oficial, y con ello cierro un ciclo de más de 10 años allí y 20 de trabajo por cuenta ajena.
Si te soy muy sincero, no sé bien por qué pero da un miedo que alucinas.
Y eso que ya hace muchos años que vengo planeando este momento, y como sabes siempre tuve claro que me retiraría del mundo empresarial a los 40 y dedicaría mi vida a aquello que en cada momento me hiciera sentir cositas por dentro…
Pero del dicho al hecho, hay un trecho.
Y el papel todo lo aguanta.
Y la teoría no siempre se cumple.
Hasta hoy.
Como dije en un post de despedida en LinkedIn a mis colegas y a todos aquellos que tuve la suerte de conocer (en este momento lo vieron más de 7.000 personas, ojalá en todas ellas pueda haber dejado algo de mí), mi camino con esta empresa trascendió de un simple trabajo y fue más una mezcla entre pasión y aprendizaje continuo, llevándome a expandir mi zona de confort mucho más allá de lo que hubiera esperado.
Atrás quedarán mis inicios llenos de retos por descubrir cuando aún no tenía ni los 30… y las etapas en Barcelona (y toda España), en Cupertino, Londres y recientemente en México que me han llevado a ser el profesional que soy hoy.
Tantísimo aprendido y muchísimo más por agradecer, en esta década que por supuesto ni yo ni los míos vamos a olvidar jamás. Gracias de todo corazón a aquellos que estáis leyendo esto y tuvimos la suerte de compartir parte del camino a su lado.
Ahora a por la siguiente etapa
Después de las emociones de unas buenas despedidas (aunque por desgracia en pandemia saben un poco descafeinadas) me toca arrojarme al abismo de un nuevo comienzo.
Me imagino una mezcla de emoción por lo desconocido y adaptación al nuevo medio. Nunca antes me sentí más en paz conmigo mismo y a la vez más vivo por dentro… ¿será esto lo que llaman algunos la nueva vida?
No lo sé, yo sigo siendo el de antes. O no.
No me importa.
En lo que estoy centrado ahora mismo es en disfrutar del momento y, como nunca pude evitar en el pasado, también en planear mi futuro a corto, medio y si es posible largo plazo.
Ahora hace ya algunos meses que estamos viviendo en la Riviera Maya, y me parece que es tan buen lugar para hacerlo como cualquier otro. De aquí me gusta la quietud, el ritmo de vida menos acelerado, el vivir en medio de la naturaleza 24/7 y la belleza del paisaje… no tanto el calor, la humedad y los mosquitos.
Por ahora, aquí.
Mi mente ya va dando vueltas
En estos días donde mi cabeza sigue fugazmente volviendo una y otra vez a mis quehaceres en Apple sin que pueda evitarlo (cuestión de tiempo, supongo) ya estoy empezando a soñar en cómo va a ser mi futuro profesional.
Me gustaría ampliar el espectro y el alcance de mis enseñanzas, así como hice con mis equipos de 100 o 200 personas, hacerlo para todo el mundo. Aún no sé del todo como lo voy a hacer, estoy probando herramientas nuevas para mí y supongo que poco a poco iré profundizando en el camino a tomar, pero me estoy divirtiendo mucho con todo el proceso.
Además está todo lo nuevo de lo que voy empapándome y me apasiona ponerlo en práctica: nuevas rutinas, cambios en la productividad, nuevo hábitos… ¡ojalá hubiera sabido todo esto antes! La vida es increíble.
Supongo que te irás enterando de mis andanzas por aquí en estas entradas un poco más personales o quizá por alguna red social, lo que es seguro es que no perderemos el contacto…
Si tú quieres.
Un abrazo.
Solo Si te ha gustado lo que has leído y te interesan las finanzas personales
Cada domingo envío por correo ideas, lecturas, y enlaces interesantes sobre el manejo de la economía personal y familiar.
Únete si lo deseas. Es gratis.